¿Cómo leemos? ¿Sabemos leer y sabemos comprender?
¿Por qué es importante comprender lo que leemos?
Leer, comprender, interpretar
La lectura es una actividad que funciona en dos direcciones: el autor produce el texto, pero el lector es quien lo dota de significado. Una novela o un ensayo pueden contener los más bellos pasajes o los más profundos pensamientos, pero no son nada más que un montón de páginas impresas si no hay un lector que los descifre y los comprenda.
Leer, por lo tanto, no es un proceso automático que consiste en captar un texto como un papel fotosensible fija la luz, sino un proceso de reconstrucción desconcertante, laberíntico, común a todos los lectores y al mismo tiempo personal.
La lectura es una actividad que funciona en dos direcciones: el autor produce el texto, pero el lector es quien lo dota de significado. Una novela o un ensayo pueden contener los más bellos pasajes o los más profundos pensamientos, pero no son nada más que un montón de páginas impresas si no hay un lector que los descifre y los comprenda.
Leer, por lo tanto, no es un proceso automático que consiste en captar un texto como un papel fotosensible fija la luz, sino un proceso de reconstrucción desconcertante, laberíntico, común a todos los lectores y al mismo tiempo personal.
Cuando hablamos de comprender no nos referimos meramente a una comprensión sintáctica o gramatical, a saber lo que cada palabra quiere decir y lo que el conjunto de palabras colocadas de forma determinada en una frase denota. Este tipo de comprensión textual superficial es la que aplicamos a instrucciones sencillas que encontramos en nuestra vida cotidiana como «Prohibido pisar el césped».
Existe una «dimensión literal» y una «dimensión relacional» de la lectura. La primera es la que nos permite reconocer la organización de las palabras y sus funciones; la segunda va más allá e implica vincular la información del texto con nuestros conocimientos previos y captar el significado, que puede muy bien no estar explícito en el texto. Solo si sabemos comprender e interpretar el sentido de un texto se puede decir que lo hemos leído plenamente. Y con esto no nos referimos simplemente a estar en condiciones de contestar a algunas preguntas acerca de él |
Roland Barthes comparaba la complejidad del texto con una cebolla. Al retirar una capa de sentido, aparece debajo otra distinta. Convertirse en un lector «competente», consiste en aprender a pelar todas estas capas, a profundizar en el sentido del texto y en las intenciones del autor. Tal como él mismo lo define:
Un lector competente es aquel que sabe identificar, reconocer y recordar lo que lee; sabe interpretar lo que se dice y lo que se quiere decir; sabe valorar la forma y el contenido de lo que se dice; y, finalmente, sabe organizar y reorganizar lo leído. |
LA LECTURA ATENTA
* C O N C E N T R A R S E Y P O N E R A T E N C I Ó N E N E L T E X T O *
Ninguna lectura puede ser productiva si no es atenta. Leer atentamente quiere decir concentrarse en el texto que se tiene entre manos y olvidar por unos minutos o unas horas que existen tales cosas como Facebook, Twitter o correos electrónicos. La lectura atenta, pues, requiere tiempo y práctica. O sea, acotar un tiempo para ella, sustrayéndolo de otras distracciones.
Para leer bien se requiere ante todo concentrarse y prestar atención. No es preciso ser un erudito, ni un profesor: cualquiera puede hacerlo. Lo demás viene con la práctica.
Ninguna lectura puede ser productiva si no es atenta. Leer atentamente quiere decir concentrarse en el texto que se tiene entre manos y olvidar por unos minutos o unas horas que existen tales cosas como Facebook, Twitter o correos electrónicos. La lectura atenta, pues, requiere tiempo y práctica. O sea, acotar un tiempo para ella, sustrayéndolo de otras distracciones.
Para leer bien se requiere ante todo concentrarse y prestar atención. No es preciso ser un erudito, ni un profesor: cualquiera puede hacerlo. Lo demás viene con la práctica.
LA LECTURA CRÍTICA
Para comprender realmente un texto, para llegar al significado profundo del texto, es de gran ayuda saber de antemano qué es lo que hay que buscar. Podríamos llamar a este proceso lectura crítica. No es posible efectuar una lectura crítica si uno no es un lector atento, pero la lectura atenta no basta para convertirse en un lector crítico o, lo que es lo mismo, un «mejor» lector. A medida que uno lee es preciso ir rastreando el texto.
Una lectura crítica pasa por convertirse en cierto modo en detective: hay que hacerse preguntas.
Ahora bien: Las preguntas no deben pensarse solamente para comprobar la comprensión, sino utilizarse para estimular la creación de significado.
Una lectura crítica pasa por convertirse en cierto modo en detective: hay que hacerse preguntas.
Ahora bien: Las preguntas no deben pensarse solamente para comprobar la comprensión, sino utilizarse para estimular la creación de significado.
- Para comprender lo que dice un texto es importante prestar atención primero a la influencia que tiene la forma (género) del texto sobre el significado, identificar si se trata de un poema, un ensayo científico o una nota periodística.
- Es importante practicar la lectura constante y tener acceso a una amplia variedad de textos.
Ejercicios de comprensión lectora:
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